A las las siete y media de la mañana comenzaba la demolición y derribo de Villa Estrella, ejecutada por la empresa Navarro, que inicialmente estaba prevista para el lunes. El ruido y el polvo alertaba a los vecinos de la zona, que se preparan para acudir a sus puestos de trabajo o a los centros escolares de la zona. El inmueble conocido como Villa Estrella, databa de 1925 y era obra del arquitecto Silvestre Manuel Pagola Bireben. Era un símbolo de la ciudad de Segovia y su imagen quedará en la retina de los segovianos y segovianas. En el solar la promotora, Paseo Nuevo, proyecta un bloque de viviendas, junto a la iglesia de Santo Tomás.El Ayuntamiento aprobó el 16 de marzo la preceptiva licencia de derribo, con previsión de construir un bloque de 44 viviendas, 3 locales, 72 plazas de aparcamiento y 46 trasteros.
La redacción de www.segovia247.es ha seguido la demolición, minuto a minuto, que les mostramos en fotos y vídeos. Damos las gracias a la promotora y a la empresa Navarro por todas las facilidades y explicaciones técnicas.
La propiedad avisó que exigiría una indemnización como consecuencia de la restricción de sus derechos de edificabilidad, calculada en 10 millones de euros, inasumible para las arcas municipales.
El convenio urbanístico, que logró reducir la edificabilidad y evitar las reclamaciones millonarias, fue incluído en el PEAHIS, aprobado el 6 de septiembre de 2019, con el voto a favor de PSOE, PP y Cs, la abstención de Podemos y el voto en contra de IU.
Ante el inicio de las obras de demolición del chalé de Villa Estrella, situado en el número 47 del Paseo de Ezequiel González, construido en 1925, que ha despertado la oposición de diferentes colectivos, el Ayuntamiento de Segovia recuerda que los propietarios están ejerciendo un derecho amparado por la legislación urbanística y que, en consecuencia, no puede paralizar sin incurrir en un delito, mientras que la eliminación o restricción de esos derechos a los dueños supondrá un desembolso, en concepto de indemnización millonaria, calculada inicialmente en más de 10 millones de euros, inasumible para las arcas municipales.
El Ayuntamiento de Segovia ha demostrado siempre su especial sensibilidad con la protección del patrimonio. Sin embargo, en este caso concreto han concurrido una serie de circunstancias contra las que no puede actuar el Ayuntamiento.
En el caso del chalé de Villa Estrella, en el trámite de información pública del PEAHIS la propiedad presentó un escrito de donde advertía que solicitarían en el Juzgado una indemnización por “vinculación singular” ya que consideraban que se producía una restricción de sus derechos respecto a los demás propietarios situados en el mismo ámbito urbanístico. Los técnicos llegaron a la conclusión de que la indemnización que podría corresponder a la sociedad propietaria de esta parcela ascendería inicialmente a unos 10 millones de euros en caso de mantener la edificabilidad existente.
En los últimos planes urbanísticos de Segovia, como el Plan General de Ordenación Urbana del PGOU de 2008 y las DALS, el edificio existente en esta parcela no se consideró acreedor de una protección (no fue incluido en el catálogo de edificios protegidos) toda vez que, aunque la construcción responde a una arquitectura sencilla y correcta, las edificaciones ejecutadas en el ámbito inmediato han distorsionado su imagen, de modo que el edificio ha quedado desintegrado del entorno. Además, para conocer el valor del arbolado existente en la parcela, se solicitó un informe del servicio municipal de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Segovia, que concluyó que tan solo dos ejemplares de castaño de indias ubicados frente a la parte trasera tendrían un correcto porte y estado fitosanitario.
Al no ser un edificio catalogado en anteriores planeamientos urbanísticos, ni encontrarse dentro de un conjunto histórico declarado BIC, sería una protección exnovo y, en consecuencia, se produciría una restricción de la edificabilidad respecto de la del entorno de Santo Tomás, que es muy elevada, con edificios de cinco y seis plantas de altura.
Considerando lo anterior, el gobierno municipal tomó la decisión, avalada con informes jurídicos y técnicos, para modificar la ordenación, de modo que se evitasen indemnizaciones difícilmente asumibles en el presupuesto municipal y se obtuviese una superficie de suelo destinada a espacio libre público para ampliación del jardín público actual.
En este sentido, se suscribió un convenio urbanístico con la propiedad que llegó incluso a aceptar una edificabilidad inferior a la media del entorno. Posteriormente, el PEAHIS fue aprobado de forma definitiva por el pleno municipal el 6 de septiembre de 2019, con los votos favorables de PSOE, PP y Cs, la abstención de Podemos y el voto en contra de IU.
La ordenación establecida en el PEAHIS responde al convenio suscrito y supone la ejecución de 6.600 metros cuadrados edificables para un máximo de 74 viviendas y la cesión al Ayuntamiento de Segovia de 607 metros cuadrados de edificabilidad para vivienda protegida y de 1.125 metros cuadrados de suelo destinado a espacio libre público para la ampliación de los jardines de Alfredo Matesanz y la creación de un viario peatonal que conecte Santo Tomás y Ezequiel González.
Vinculado a Madrid desde los doce años, cuando se trasladó a la capital con su familia, estudió en la Escuela Superior de Arquitectura obteniendo el título de arquitecto en 1921. Sus primeros trabajos fueron colaboraciones con los arquitectos Mauricio Jalvo y Javier de Luque, hasta que en 1923 consiguió la plaza de arquitecto municipal de Segovia. A caballo entre estas dos ciudades hasta que en 1933 se instaló definitivamente en Segovia, su participación en los círculos culturales madrileños con personajes como Unamuno, Pérez de Ayala, Alfredo Marqueríe o el escultor Adsuara, supusieron para Pagola un especial aliento de modernidad que logró trasladar luego a sus trabajos en provincias.
De sus proyectos urbanísticos destaca el Plan de Mejoras Urbanas de Segovia, trazado en 1927 para una ciudad con enormes carencias y falta de recursos todavía, y en el que se incluían reformas de vía pública, construcción de mercados, escuelas, lavadero público y un polémico plan de abastecimiento de agua potable en el que tuvieron más protagonismo los intereses económicos y políticos del momento que el proyecto en sí.
La arquitectura de Pagola evoluciona desde unos primeros años caracterizados por el tradicionalismo y el regionalismo de carácter montañés, como es el caso del chalet Villa Estrella (Segovia, 1925), hacia una arquitectura cada vez más limpia, desornamentada y funcional, tendiendo a veces a una mayor fuerza expresiva en la combinación y el uso de los elementos arquitectónicos, como sucede en el bloque de viviendas en esquina para Francisco Gálvez en la plaza de la Rubia (Segovia, 1935). Convertido, por tanto, en el principal y casi único valedor del racionalismo arquitectónico en Segovia, su obra más destacada será el proyecto de vivienda unifamiliar para el empresario Nicomedes García Gómez (Segovia, 1938). De nuevo resolviendo un fragmento de manzana en esquina, junto a un edificio industrial, la organización en planta parte del desarrollo abierto y dinámico del cuadrado que frecuentemente utilizaba Pagola en sus proyectos. En consecuencia, los volúmenes que se generan son limpios, cúbicos, de perfiles netos, con cuidado diseño tanto en la composición de los huecos como en la estructuración en altura de las diferentes plantas del edificio.
Obras: Villa Estrella (chalé), Segovia, 1925; Plan de Mejoras Urbanas de Segovia, 1927; Bloque de viviendas en esquina para Francisco Gálvez en la plaza de la Rubia, Segovia, 1935; Vivienda unifamiliar para Nicomedes García Gómez, Segovia, 1938.
La Real Academia de Historia y Arte de San Quirce mantiene su postura contraria a la urbanización de la finca denominada Villa Estrella, situada en el número 47 del paseo de Ezequiel González, de la capital segoviana, en cuyo solar se proyecta la construcción de viviendas.
La corporación académica alegó en su día contra la ordenación específica ‘Santo Tomás’, incluida en el Plan Especial de Áreas Históricas (PEAHIS), precisamente porque el proyecto llevaba implícito el derribo del chalé situado en Villa Estrella, obra del arquitecto Manuel Pagola, que constituye el último vestigio de una concepción urbanística muy representativa de la época del ensanche de las ciudades. La Academia entiende asimismo que la urbanización del terreno, ubicado junto a la iglesia de Santo Tomás, causaría un perjuicio indudable a la contemplación del templo.
Desestimada la alegación, San Quirce se mostró en desacuerdo con la decisión municipal, tal y como hizo saber a través de una comunicación al propio Ayuntamiento de Segovia. Cuatro años después de la aprobación del plan, y una vez autorizada la concesión de la licencia urbanística para el derribo del chalé, la corporación académica reitera su oposición a la desaparición del edificio que Pagola diseñara y de la finca donde se levanta.
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