Caen dos guardias civiles en una red de narco distribución desarticulada en Segovia, Ávila y Madrid

Dos agentes de la Guardia Civil destinados en los cuarteles de Villacastín y San Rafael figuran entre los ocho detenidos en una operación que ha permitido desmantelar una organización criminal dedicada a la venta de droga en las provincias de Segovia, Ávila y Madrid. La actuación policial, bautizada como operación “Coto-Isidro”, ha permitido incautar 1,2 kilos de cocaína, cerca de 6 kilos de marihuana, diversas sustancias estupefacientes y 24.000 euros en efectivo, además de material para la preparación y distribución de dosis.

La subdelegada del Gobierno, Marian Rueda, y el teniente coronel jefe de la Comandancia de Segovia, Benito Donate, ofrecieron los detalles de la investigación, desarrollada de manera conjunta por la Unidad Orgánica de Policía Judicial y el Grupo de Información de la Comandancia segoviana, bajo la dirección del Tribunal de Instancia de Santa María la Real de Nieva.

Los primeros indicios se remontan a 2020, aunque no fue hasta mediados de 2024 cuando los investigadores constataron un incremento notable de la actividad delictiva. En ese momento se confirmó que un vecino de Ituero y Lama estaba suministrando cocaína a consumidores del suroeste de Segovia y Ávila.

La Guardia Civil identificó finalmente a una red formada por ocho personas, con roles claramente definidos y fuertes medidas de contravigilancia para evitar ser detectados, especialmente en los pequeños municipios en los que operaban. Entre ellos se encontraban los dos agentes ahora detenidos. Uno de ellos ya ha ingresado en prisión, mientras que el otro se encuentra en libertad provisional.

El operativo de detención se desarrolló el 4 de noviembre de forma simultánea en Segovia, Madrid y Murcia, donde se practicaron siete registros domiciliarios. En el despliegue participaron cerca de 50 guardias civiles de distintas unidades, además de perros detectores del Servicio Cinológico.

En los registros se hallaron 1.244 gramos de cocaína, 5.857 gramos de marihuana, 36,2 gramos de cristal, 8,2 gramos de “cocaína rosa” (tusi), anfetaminas, metanfetamina, así como básculas, anotaciones, dispositivos electrónicos y los 24.000 euros en metálico. Tras pasar a disposición judicial, la magistrada decretó el ingreso en prisión de cinco de los ocho arrestados.

El teniente coronel Donate avanzó que la investigación continúa abierta y no descarta nuevas detenciones una vez analizado el contenido de los ordenadores y teléfonos intervenidos.